domingo, 20 de septiembre de 2015

¡Gigantes en Changaimina! Historia que conocimos hace unos días.


Ellos son: Enrique Camacho y Dominga Guamán, de Changaimina, cantón Gonzanamá, Loja, Ecuador.

    La historia comienza con el P. Carlos Vaca (1912-1999), quien habría encontrado restos de un gigante de 7 metros de altura, con un grupo de 50 trabajadores habría sacado los restos de un lugar cercano a su parroquia de Changaimina y los habría armado junto a su iglesia. Más tarde vendió a extraños una parte y según dicen, el esqueleto completo se encuentra en Suiza.


                                         P. Carlos Vaca.

   Varios fragmentos fueron llevados al Instituto Smithsoniano de los Estados Unidos de Norteamérica, para que se estudie su densidad, antigüedad, peso, etc. Desde allí, nada se ha sabido.
 

                                 Este es el esqueleto que se encuentra hoy en Suiza.
 
                 
                    La relación que se establece con el tamaño de un ser humano normal.
 
   Ahora algún fragmento procedente de esa colección, es expuesto por el mundialmente conocido investigador UFO Klaus Dona en sus exposiciones de “Misterios no Resueltos”. Varios otros fragmentos se conoce que son parte de colecciones particulares y de gente que guarda el secreto.
 
    Del esqueleto se estudiaron siete fragmentos por parte de siete diferentes científicos y anatomistas, quienes confirmaron que son parte de un esqueleto humano que era siete veces del tamaño de un humano actual. Formaciones de cuarzo que cubren las porocidades de la superficie de los huesos indicaron una datación cifrada en decenas de miles de años. Según el P. Carlos Vaca, tiene una datación de 5 mil años.
 
    El P. Carlos Vaca era un sacerdote católico, músico y arqueólogo que descubrió en 1965 el asentamiento de fósiles de “gigantes” los cuales exhibía en su museo que se encontraba en la misma parroquia de Changaimina, conocido como el “Museo del Padre Vaca”. Luego de su muerte, dicen que el museo fue  saqueado. El descubrimiento de la osamenta ocurrió en la comunidad de Guayuruma. Ingenuamente los moradores y sin asistencia técnica, en número de 50 procedieron a extraer los huesos en desorden para trasladarlos a la iglesia de Changaimina, desde donde poco a poco fueron desapareciendo. Según el investigador Rodrigo Hidalgo en junio de 2014 dice: "Este acontecimiento se conoce primero a nivel internacional por los contactos del P. Vaca con el Dr. Juan Jaramillo, médico, antropólogo, a quien le recomienda realizar un estudio". Se dice también que se produjo un conflicto con el señor Jorge Navarrete, quien reclamaba la osamenta como de su propiedad. Posteriormente llega a Guayurunuma el señor Klaus Dona, quien adquiere de los moradores de la comunidad algunos huesos que había recogido en el mismo lugar donde el P. vaca había encontrado las osamentas, comprometiéndose a analizarlos, pero no regresó ni se conoció absolutamente nada. Un señor compró una muela en 200 dólares y seguramente otras piezas por parte de diversas personas.

Nota: Ver nuestras entrevistas a Dominga Guamán y Enrique Camacho en espacio de facebook: César Pinos Espinoza.
 
César Pinos Espinoza
Periodista
 

 

 

 


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

1 comentario:

  1. de verdad hay estas historias se deberia difundir para conocimiento de toda la gente

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