martes, 6 de octubre de 2015

Reescribiendo nuestra Historia Nacional.


Estados Unidos ha estado guardando algo importante y valioso en la costa del Golfo de México.


En cuatro discretos puntos seguros yace una cantidad de petróleo equivalente a 700 millones de barriles. Está enterrada en una red de 60 cavernas subterráneas talladas en roca de salina, en lo que constituye la enorme Reserva Estratégica de Petróleo (SPR, por sus siglas en inglés) de EE.UU.
De hecho, toda una serie de países han invertido miles de millones de dólares en desarrollar este tipo de instalaciones.
 
¿Por qué alguien vuelve a enterrar el crudo de nuevo bajo el suelo?
 
La respuesta se remonta a la crisis del petróleo de 1973. Los exportadores de petróleo árabes habían cortado los suministros a Occidente como castigo por el apoyo de Estados Unidos a Israel durante la guerra del Yom Kippur. Este conflicto, también conocido como la guerra árabe-israelí de 1973, fue librado por una coalición de países árabes liderados por Egipto y Siria contra Israel desde el 6 al 25 de octubre de 1973. En aquel entonces el mundo era tan dependiente del petróleo de Medio Oriente que los precios del carburante se dispararon. Eso se tradujo en racionamientos en las estaciones de servicio de EE.UU.
 
La gente comenzó a temer que le robaran la poca gasolina que tenían, por lo que algunos comenzaron a proteger sus coches con armas de fuego. Un par de años después EE.UU. comenzó a construir su SPR, la red de cavernas subterráneas llenas de crudo. Gracias a estas reservas, aunque fallara el suministro, EE.UU. podría enfrentar el alza del precio y la presión de los mercados globales sin problemas. "El formidable tamaño de la SPR la convierte en un importante factor disuasorio ante los cortes en la importación de petróleo y es una herramienta clave de la política exterior", asegura el gobierno estadounidense en su página de internet. No es por nada que el presupuesto del año en curso para el mantenimiento de esta reserva estratégica es de US$200 millones.
 
Bob Corbin, del Departamento de Energía de EE.UU., es la persona encargada de que ese dinero se gaste de forma inteligente. "Todos nuestros puntos (en los que se guarda petróleo) están situados en lo que llamamos cúpulas de sal", explica. "La sal es impermeable al crudo. Así que ambas sustancias no se mezclan, y tampoco se crean fisuras, por lo que son un almacén perfecto". Fuente BBC.