lunes, 2 de noviembre de 2015
Prueba científica de que podemos curarnos a nosotros mismos
¿A menudo sufren de enfermedades y tienen que ir al médico? Existen pruebas científicas de que nuestro cuerpo puede curarse a sí mismos.
Luchando contra enfermedades potencialmente mortales, con condiciones de salud crónicas que la medicina occidental no ha curado todavía, o luchando contra los síntomas molestos que disminuyen la calidad de vida, o simplemente esperando para optimizar la energía, la vitalidad y las miradas, no hay pruebas científicas de que puedes curarte a ti mismo. En un TEDTalk, la Dr. Lissa Rankin exploro las implicaciones espirituales y científicas que el efecto placebo tiene sobre nosotros. Ella explico cómo nuestros pensamientos afectan poderosamente nuestra fisiología cuando creemos que podemos mejorar. El efecto placebo es una prueba concreta de que el cuerpo tiene su propio sistema de reparación por parte innata.
Se realizó un estudio con 3.500 participantes que todos habían sido diagnosticados con una enfermedad incurable como el cáncer, el VIH, diversas cardiopatías, etc. A través del efecto placebo, la enfermedad de todo el mundo había desaparecido sin tratamiento.
Lissa habló de un caso específico de un hombre llamado Sr. Wright, que había recibido medicamentos que él realmente creía podría curar su cáncer. ¡En pocos días sus tumores se redujeron a la mitad de su tamaño!
A lo largo de la charla, Lissa describió algunos de los innumerables sucesos que tienen pruebas medibles de personas que realmente se curaron a sí mismos. El pelo le volvió a crecer, curación de úlceras, reducción de tumores y la disminución de los signos de la enfermedad! La curación se inicia por la mente y el cuerpo reacciona.
Fuente: Arturo Salaises Vega · Universidad Tecnológica de México (UNITEC)
Está comprobado que podemos curarnos por nosotros mismos. Yo experimenté esto. Todo nuestro cuerpo está interconectado, por eso podemos generar una enfermedad y también podemos eliminarla, es energía que corre por nuestro cuerpo en todas y cada una de las células, de ahí parte todo lo bueno y lo malo que sentimos o que dejamos de hacer. Por el estado de ánimo, si estamos tristes se enferman las células, se bajan las defensas, y si estamos alegres siempre positivos nos mantenemos saludables, pero claro que también tenemos que ayudarnos con la alimentación, porque bien lo dijo Sócrates, deja que la medicina sea tu alimento y que tu alimento sea tu medicina.
¡Ánimo a todos!
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