A veces no es fácil, en ocasiones resulta
complicado encajar en un mundo con “demasiados alfileres”, con demasiado ruido,
egoísmos y dobles intenciones. Los sentidos de las personas con alta sensibilidad (PAS) son tan vulnerables como privilegiados, pueden
sentir lo que otros no perciben, o hacerlo a en una intensidad tan
elevada que el mundo se muestra ante ellos con un abanico de realidades que a
otros, se nos escapan.
¿Qué hace en realidad que una persona con alta
sensibilidad sea de esta forma? ¿Es genético? ¿Por qué sufren más que
otros? ¿Por qué el amor es a la vez tan intenso y doloroso en sus relaciones?
¿Por qué disfrutan de su soledad y a la vez, sienten una profunda incomprensión
desde que son niños?
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En el 2014 se publicó un interesante trabajo llevado a cabo en la Universidad de Stony Brook (Nueva York), donde se intentaba
dar una explicación sobre qué particularidades tenía el cerebro de una
persona con alta sensibilidad (PAS), y de qué modo podría diferenciarse de
las personas que no lo son, o que al menos, no presentan esa apertura emocional
tan característica. Los resultados del trabajo llevado a cabo por seis
investigadores, fueron publicados en la revista “Brain and Behavior“, y
pasamos seguidamente a descubrirte las interesantes conclusiones.
Se estima que casi el 20% de la población
dispone de las características básicas que definen la alta sensibilidad. Lo
habitual, es que pasen gran parte de su vida sin saber que pertenecen a ese
pequeño grupo de privilegiados, y a quienes, de alguna forma, les ha tocado
vivir con unas “gafas invisibles” que les harán ver el mundo de otro modo, y
con un corazón más abierto, a la vez que vulnerable. Los
estudios llevados a cabo en la Universidad de Stony Brook revelaron que las
personas con alta sensibilidad dispone de un cerebro emocional dotado de una
gran empatía. Son cerebros orientados plenamente a la
“sociabilidad”,
y a la unión con sus semejantes.
¿Qué
quiere decir esto? Básicamente lo que se concluyó es que los procesos
cerebrales de estas personas muestran una
sobreexitación en esas áreas neuronales relacionadas con las emociones
y con la interacción: son capaces de descifrar e intuir los sentimientos de
quienes tienen en frente, pero a su vez, deben enfrentarse a un problema muy
básico…
El
resto del mundo carece
de su misma empatía, por tanto existe un claro desequilibrio
respecto a su sensibilidad y la de quienes le rodean. “Se ven a sí mismos como diferentes”. Para
llegar a estas conclusiones se llevaron a cabo diferentes pruebas como
resonancias magnéticas, ahí donde estudiar los procesos cerebrales de las
personas diagnosticadas como PAS, de aquellas que no lo eran. Y para ello, se
les expuso a diferentes estímulos para ver la actividad bioquímica y de las diferentes estructuras
que conforman el cerebro.
FUENTE:
El
maravilloso cerebro emocional de las personas con alta sensibilidad (PAS)
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