viernes, 13 de noviembre de 2015

Orígenes: Ideas de un filósofo cristiano

 
   Gracias a la ayuda de un mecenas en Cesarea, Ambrosio, Orígenes pudo dedicarse a dictar muchos comentarios escriturísticos, tratados de teología y homilías. Sus contribuciones se enmarcan en un contexto en el que la cristiandad, ya entonces una religión separada del judaísmo, vio necesaria la ampliación de su teología – en gran medida buscando reconciliar el cristianismo con el helenismo. Ireneo y Tertuliano habían iniciado esta labor, y posteriormente la escuela de Alejandría había retomado el trabajo.
 
[]   La mayor parte de sus escritos se ha perdido, a causa de las violentas polémicas que se desencadenaron en torno a su ortodoxia ya pocos años después de su muerte. El golpe decisivo lo dio el Concilio de Constantinopla de año 553, que ordenó la destrucción de sus obras. El 11 de junio de 2012 se anunció el descubrimiento del texto original de una colección de 29 homilías inéditas de los salmos de Orígenes en el manuscrito Monacensis graecus 314 del siglo XI, descubierto por la investigadora italiana Marina Molin Pradel.  Entre ellas destaca el tratado contra el filósofo pagano Celso. Orígenes fue el más grande representante de las cartas cristianas en el mundo antiguo y su influencia fue inmensa en la reflexión doctrinal y en la espiritualidad en general, en Oriente y Occidente, en la medida en que se ejerció antes de la condena definitiva. Esta fue consecuencia del clima de absoluta intolerancia que se instauró, sobre todo en Oriente, a partir del siglo V.
 
 
   En sus libros, aseveró que conocía más de veinte versiones de los Evangelios, quejándose por el pésimo estado de conservación de esos documentos y por las malas interpretaciones que hacían aquellos encargados de copiarlos. En su libro "Sobre los principios", refiriéndose a estos, dice: Hay cosas que se nos refieren como si fueran históricas y que jamás han sucedido y que eran imposibles como hechos materiales y otras, aun siendo posibles, tampoco han sucedido.Orígenes era contrario a la doctrina de la reencarnación. Conocedor del concepto a partir de la filosofía griega, afirma que la transmigración "...es ajena a la Iglesia de Dios, no enseñada por los apóstoles, y no apoyada por las Escrituras" (Comentario al Evangelio de Mateo, 13:1:46–53).
Dice:
   Ya que nosotros que decimos que el mundo visible está bajo el gobierno del que creó todas las cosas, declare así que el Hijo no es más fuerte que el Padre, sino inferior a Él. Y esta creencia que basamos en el refrán de Jesús mismo, «el Padre que me envió es mayor que yo». Y ninguno de nosotros es tan insano para afirmar que el Hijo del hombre es el Señor sobre Dios.
Contra Celso, libro VIII, 15
De Celso, a quien ataca Orígenes:
   "Seguidamente, barruntando Celso que se le alegarían las grandes cosas hechas por Jesús, de las que, siendo muchas, sólo de unas pocas hemos hablado, aparenta conceder sea verdad lo que se cuenta, "de curaciones, de alguna resurrección, o de unos pocos panes con que se alimentó toda una muchedumbre y aún sobró mucho, o cuanto, según él piensa, escriben de prodigios fantásticos sus discípulos"; pero añade a todo esto: "demos de barato que tú hicieras todo eso". E inmediatamente identifica las obras de Jesús con las de los hechiceros que, según él, "prometen cosas aún más maravillosas, y con las que realizan lo que han aprendido en Egipto; gentes que, en las públicas plazas, venden" por unos óbolos tan venerables enseñanzas, arrojan de los hombres a los dé-mones, exuflan enfermedades y evocan las almas de los héroes, ponen ante los ojos banquetes espléndidos, mesas, pasteles y platos que no existen, mueven como si fueran animales cosas que no lo son, sino que aparecen tales en la fantasía". Y concluye: "¿Acaso porque esas gentes hacen todo eso habremos de pensar nosotros que son hijos de Dios? ¿O habrá que decir más bien ser todo eso ocupaciones de hombres malvados y miserables?"
César Pinos Espinoza
Periodista.