Un regalo sorpresivo para el Papa y todo el mundo. |
El Papa se dirigió a 6.000 seminaristas y novicias,
reunidos en el Vaticano y en un discurso totalmente improvisado pidió que la
Iglesia no siga la riqueza y los religiosos sean coherentes con su voto de
pobreza. "En este mundo en que las riquezas hacen tanto daño",
dijo el pontífice, "los curas y las monjas tenemos que ser coherentes con
la pobreza. Cuando vemos que el primer interés de una institución parroquial o
educativa es el dinero, esto es una gran incoherencia", afirmó.
César Pinos Espinoza
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